jueves, 9 de diciembre de 2010

Las Energias que nos gobiernan

Tipos de Energías
La energía en realidad es una sola.  Es el ser humano, sin darse cuenta, el que le ha puesto nombres a sus diferentes manifestaciones y niveles vibracionales. La percepción de cada una de ellas y sus mezclas, es lo que conforman los rasgos y las cualidades del carácter y de la personalidad.
Es así como surge la diferencia entre unos y otros. Es este el motivo que da origen a los diferentes niveles de conciencia. Es esta la razón por la cual nadie se parece en cuanto a su carácter. Es esta la causa por la que en algunos se dan buenas relaciones y en otros no, al igual que, unos se sienten atraídos y otros se repelen.

Las tres maneras de manifestarse las energías son: Enardecidas, Pasivas y Equilibradas.

Energías Enardecidas:

Son aquellas energías horizontalmente expansivas y pesadas, por el exceso o enardecimiento en su manifestación. Ellas incitan, excitan, irritan, intoxican, exasperan, exaltan, encolerizan, exacerban, enervan, sulfuran, enrabian e instigan, aumentando la bestialidad, la pasión, la ansiedad, la aventura, la hiperactividad, la vileza, la crueldad, la violencia, la agresividad, la vulgaridad, lo chabacano, el cinismo, el desafió, el escándalo, lo ridículo, lo inhumano, la provocación y el enfrentamiento.
Éstas precipitan al cumplimiento compulsivo y violento de las ansias y deseos, creando el anhelo por disfrutar de los objetos materiales y el placer físico.
Exaltan por su impulsividad, irritación, imposición, ira, abuso, arrebatamiento, violencia, egolatría, presunción, vanidad, fanfarronería, jactancia, arrogancia, mentira, ordinariez, grosería, irrespeto, yoismo, populismo y vanagloria.

Energías Pasivas:

Son verticalmente decadentes y lentas, por ser manifestadas con deficiencia.
Se encargan de confundir, además deprimen, agotan, extenúan, desalientan, desorganizan, desorientan, causan enfermedades, atontan, embriagan, embotan la razón e inducen a la pereza, la somnolencia, la oscuridad, la indiferencia y la ignorancia, volviendo la mente insensible, inerte e inútil.
Se relacionan a la dejadez, al desgano, la apatía, al descuido, al abandono, el desinterés, la vagancia, la no participación, la negligencia, la desidia y sobre todo la animalidad.
Además confunden y atan por el apego a la ignorancia, la dependencia, parasitismo, adulancia, temor, “sordera”, “ceguera”, torpeza, pereza, desaliento e incomprensión. Obstruyen el desarrollo del discernimiento, la lógica, la obviedad, la inteligencia, el raciocinio y la confianza en sí mismo.

Energías Equilibradas:
Desde el punto de vista energético algo que está equilibrado no es ni “bueno” ni tampoco es “malo”, no se encuentra en exceso ni se encuentra con déficit. Por lo tanto, son las energías que por ser más sutiles, son verticalmente elevadoras. Ellas desarrollan en el individuo esa necesidad de cambiar y de liberarse, luego de muchas existencias. Son energías relacionadas al amor, la paz, respeto, rectitud, benignidad, claridad, bondad, lucidez, sinceridad, precisión, búsqueda de la verdad, fuerza, felicidad, sobriedad, calma, confianza, responsabilidad, disciplina, serenidad y cordialidad, además de una gran infinidad de “buenas energías”.
Ellas liberan por su incolumidad, autodeterminación, entereza, sensatez, tenacidad, libertad, benevolencia, independencia, ecuanimidad, igualdad, control, responsabilidad, voluntariedad, respeto, dignidad, honradez, sencillez, humildad, servicialidad, generosidad y altruismo.

Pero cuando son manifestadas con apego, miedo o desconfianza, también pueden seguir atando. Pues dentro de ellas, se pueden apreciar diferentes grados de vibración que las hacen levemente enardecidas o levemente pasivas.
La liberación energética se va dando, cuando las energías al irse equilibrando se van haciendo una sola, conformando un Todo con idénticas características vibracionales.
En el caso de las energías enardecidas y las energías pasivas, por ser tan pesadas y/o tan lentas, estarán atando eternamente a la esencia individual a “nacer y morir”, mientras no se produzca el reconocimiento del verdadero equilibrio.
Es de acuerdo a su manifestación que se deriva El Principio de Responsabilidad Energética Individual al accionar en pensamientos, palabras, obras, sentimientos, emociones,...
Nada queda impune en el Universo. Nada queda finalmente desequilibrado. Todo es perfecto. Hasta la presencia de los seres humanos sobre
la Tierra.
    
Toda la informacion es debatible, investigar si es cierto o no es nuestra responsabilidad                                           Fuente Nueva Conciencia


  

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